Todo empezó hará ya un año, cuando encontramos la convocatoria de un proyecto que se presentaba como una gran oportunidad para avanzar. Momentum Project apoyaba a personas que detectaban un problema social y decidían buscar una solución por medio de una iniciativa empresarial. Tras unos meses de espera, allá por febrero nos comunicaron que estábamos entre las 30 empresas sociales seleccionadas para entrar en el ecosistema Momentum. ¡Se habían fijado en nosotros!
Nos citaron para un primer taller en el Centro de Innovación de BBVA en Madrid, entidad promotora del proyecto, para conocer a nuestros emprendedores y realizar una última selección de los 10 proyectos que finalmente participarían en Momentum. Nuestros compañeros Javier y Diego dieron lo mejor de sí mismos en esa primera jornada y unos días después, nos confirmaban como una de las diez empresas seleccionadas. Ahora empezaba lo bueno.
El primer viaje a San Cugat fue a finales de marzo. Javier y Diego se instalaron durante una semana en la sede de ESADE, otra de las entidades colaboradoras del proyecto, donde tuvo lugar la primera fase de mentoría y formación como emprendimientos participantes. Allí nos presentaron a nuestros mentores Ricardo y Fernando, y a los estudiantes de ESADE Nil, Adriana y Marina que nos acompañarían en el camino. Durante esa semana nuestros compañeros aprendieron la teoría del cambio, cómo usar las redes sociales y recibieron formación en design thinking. Unos días muy intensos que les devolvieron a Madrid con ideas y un gran proyecto por delante: comenzar un plan de crecimiento ambicioso.
Imagen: Momentum Project.
Nuestro equipo estaba muy motivado e iniciamos la empresa con muchas ganas, pero con el paso de los días simultanear el trabajo diario en Aptent y el proyecto Teatro Accesible, con las reuniones a distancia y el diseño del plan de crecimiento, se volvió cada vez más difícil. Teníamos una idea de hacia dónde nos gustaría crecer y empezamos a investigar las vías para lograrlo. Y así, sin apenas darnos cuenta, pasó el festival «Yo voy al teatro» que presentamos en abril, terminó la temporada de teatro y llegó junio con la segunda fase de formación.
De nuevo en San Cugat, esta vez Diego y Javier recibieron una amplia formación en economía y finanzas. Cuando hablábamos con ellos desde Madrid, sentíamos su ilusión por exprimir el jugo a una experiencia tan interesante, pero también su agotamiento. Y es que siendo sinceros, las clases de la universidad ya les quedaban un poco lejos como para acostumbrarse a nueve horas de formación 😉
Ya a finales de junio, el tiempo empezaba a apremiar. Teníamos como objetivo y cometido presentar un plan de crecimiento sólido para avanzar como empresa social, y el plazo expiraba a principios de agosto. Las hipótesis y asunciones que realizamos al principio variaron, y el hilo vertebrador del plan se movía constantemente apuntando hacia varias direcciones. No había día en el que no surgiesen conversaciones en la oficina sobre nuestro futuro, sobre hacia dónde queríamos ir y sobre nuestro por qué. El proyecto nos hizo replantearnos muchas cosas y nos sirvió de excusa para mirar hacia dentro, para poder después mirar hacia fuera. Nos fijamos metas comunes y aprendimos a mirar todo el equipo en una misma dirección. ¡Y no es algo sencillo!
La tercera formación se desarrolló en el campus de la Moraleja de BBVA, en Madrid, y tuve la suerte de poder acompañar a Javier y a Diego en esta última fase. ¡Y qué experiencia! Aprendimos técnicas para hablar en público y ensayamos la ponencia para presentar nuestro plan de crecimiento en el Social Investment Day. Unos días después bajamos todo a tierra. Ya en la oficina la carrera era contrarreloj. Nos faltaban horas en el día para terminar, junto a nuestros estudiantes y mentores, el plan de crecimiento. Al menos nos reconfortaba saber que el resto de participantes se encontraban casi en la misma situación que nosotros. Dicen que mal de muchos, consuelo de tontos, pero qué le vamos a hacer.
Y llegó el Social Investment Day, aquel evento allá por octubre en el que teníamos que presentar nuestro plan de crecimiento a inversores y personas relacionadas con Momentum Project. Nuestro compañero Javier fue el encargado de ponerle voz en una presentación a nuestros ojos brillante, y que despertó mucho interés entre el público asistente. Quince minutos que inauguraron el resto de ponencias en un día muy intenso, en el que además de Diego y Javier también pudimos asistir nuestro nuevo compañero Emilio y servidora, además de Adriana y nuestros mentores Ricardo y Fernando que encontraron un hueco para apoyarnos en un día tan especial.
Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Tanto por las personas que hemos tenido la oportunidad de conocer como por la formación que nos han brindado, pero sobre todo por darnos la oportunidad real de ayudarnos a dar un paso más en nuestro camino. Ha sido un recorrido duro con un nivel de exigencia muy elevado, pero reconocemos que ha valido la pena. Ahora nos queda esperar y conocer qué piensa Momentum Project de nuestro plan de crecimiento. ¡Seguiremos informando!