¿Cuál ha sido tu formación para convertirte en intérprete en lengua de signos y actriz?

Antes de que estuviera la formación reglada, se tenía que estudiar en las federaciones de personas sordas, entonces fui a la Federación de Personas Sordas de Cataluña (FESOCA), cuando acabé el curso me vine a Madrid a sacar el curso de intérprete y me costó porque la lengua de signos catalana y española es distinta, pero aproveché para aprender. Luego me volví a apuntar al ciclo de técnico superior de intérprete de lengua de signos y de guía de personas sordas, y regresé a Barcelona para no perder la lengua. Me formé 5 años en el Col-legi de Teatre al mismo tiempo que estudiaba lengua de signos. Aproveché de formarme en teatro haciendo cursos con Peter Gadis y  monográficos. Me gusta mucho probar cosas diferentes dentro del apartado de mi aspecto artístico, en Barcelona hice mucho teatro cabaret y he actuado mucho en teatro de calle. Mi forma de ser es que hagas lo que hagas, dedícale todas las ganas. 

 ¿Cómo ha sido tu trabajo como intérprete de obras teatrales? 

Empecé a hacer teatro accesible hace mucho tiempo, actualmente trabajo con Servicios Integrales en Lengua de Signos y Accesibilidad (SILS), donde está Chema Criado, el cual ya hacía teatro accesible. Otra de mis referentes como intérprete es Monica Herrero, que tiene un extraordinario bagaje y ha actuado en espacios como Teatralia. Entonces como intérprete, empecé más en Madrid, ya que me encontré con estas personas que han sido mis referentes. Trabajé también con el grupo de teatro El Grito, que es un grupo de personas sordas, donde como intérpretes hacíamos el doblaje porque los actores eran ellos y nosotros doblábamos en directo. Allí estaban Monica Herrero, Chema Criado, Eva Quezada y yo. Empezamos a colaborar con APTENT, que ha sido una puerta brutal para generar una expansión. Empezamos con el festival Una mirada diferente, imprescindible en mi bagaje y que me ha aportado mucha experiencia y aprendizaje. 

Otra cosa que también hago, es asesoramientos para incorporar la lengua de signos en las obras. Por ejemplo, fui intérprete y ayudante de dirección en Mano a Mano, una producción en la que participó APTENT y Primera Toma Coach, con la dirección de Marga Labarga y Eugenia Manzanera de la Fuente. Allí no había intérpretes en el escenario, sino que ellos querían que la obra se pudiera entender sin intérprete, así que asesoraba tanto a oyentes como al actor sordo para que se entendiera. No solo hago asesoramiento para los oyentes, sino también para las personas sordas y siempre abogo en que hay que estar formado para cuidar las cosas. Al igual que el actor o actriz se forma, yo también he tenido que seguir formándome, es básico. 

En su vasta carrera, Montse ha participado en decenas de obras y producciones como intérprete de lengua de signos y como asesora. Dentro de sus últimos trabajos se cuentan Dumbo, el musical de producciones Candilejap dirigida por Jesús Sanz, donde realizó la adaptación de las canciones a lengua de signos junto a Laura Moreno Golvano y Titánicas, de La López Inclusión dirigida por Manu Medina. En tanto, entre 2017 y 2019 participó en Alicia al país de les meravelles de Marta Buchaca y Jordi Andújar, MOMO de Annie Pui Ling Lok y Juan Ayala, en la interpretación de diversos espectáculos del festival inclusivo Una mirada diferente y colaboró en El Mundo de Irene de Pepe López, El verí del teatre y Hamlet Canalla de Joan Peris, entre muchas otras. 

Una mujer interpreta

¿Qué crees que hace falta para que los teatros y las compañías tengan más en cuenta la lengua de signos? 

Lo primero es la formación por parte de los profesionales, no solo de los intérpretes, sino también de los directores y productores, han de saber qué posibilidades tienen con nosotros a la hora de crear. Me he dado cuenta al actuar que al público le encanta, ese prejuicio con la lengua de signos el público no lo tiene. Hace falta que desde el inicio de la producción se incorpore al intérprete, porque así se va a entender, el espectador lo va a disfrutar. En otros países ya se mezcla,  tienes un actor que canta y a un intérprete que signa. Luego, tienes las posibilidades de atrezzo para que la lengua de signos se integre mejor en la obra y  sea una parte visual comunicativa. 

Hay que dejar que los actores, actrices y directores sordos lleguen a los escenarios. Las personas sordas han de ocupar los teatros.  Creo que es importante también, que los actores sordos puedan escoger el intérprete con el que quieran trabajar, porque ahí se forma un binomio y ellos deberían tener ese derecho de decidir.  La lengua de signos es muy rica en sí, el hecho de que sea viso-gestual da una riqueza y juego para crear brutal, hibridar conceptos e imágenes. La gramática es innata, entonces si yo te signo,  la vas a entender, no sabes como, pero entre la magia del teatro y la magia de la gramática, lo entiendes y lo gozas. ¡Lo goza el público y yo!

¿Cómo te preparas antes de una obra de teatro?

Primero veo el material y comienzo a hacer notas. Trabajo mucho con la parte visual e intento sacar recursos de la lengua de signos que no vayan atado a lo oral. Veo los espacios, movimientos de los actores y hay una preparación de mi energía, estás allí y tienes que reservarte para canalizarla y para saber que en el punto álgido de la obra tienes que estar ahí. Soltar esa energía. Nunca olvidaré lo bonito que quedó la obra Cuerpos dejan cuerpos de la Compañía Los Hedonistas para el Festival Una Mirada Diferente.

¿Qué aptitudes crees que son elementales para ser un buen intérprete de lengua de signos?¿Se tiene suficientemente en cuenta la necesidad de este tipo de interpretación?

No se tiene en cuenta, porque sino habría más obras y más a menudo. La realidad habla por sí sola y yo tengo muchas ganas de tocar las puertas de mucha gente. Creo que para ser una buena intérprete se necesita tener curiosidad, honestidad y humildad, porque todas aprendemos de todas y hay que ser humilde para signar. Hay que tener ganas de seguir aprendiendo, no te puedes estancar ahì,  ser capaz de decir a esto llego o no llego.

 ¿Cuáles son los principales mitos que rodean a la lengua de signos y que te gustaría erradicar?

El tema sobre `qué lástima que no es internacional´, que la gente crea que porque son personas sordas deberían tener una sola lengua universal. Me gustaría sobre todo, cambiar eso, que se considerara una lengua y como tal, que se respete su propia cultura. Como todas las culturas, una es parte de la universalidad y como oyentes todos tenemos derecho a coger esa lengua preciosa y a darle luz, igual que puedo coger el inglés o el checo.

 ¿Te consideras una activista por la accesibilidad cultural?

Sí, porque llevo mucho tiempo en la comunidad sorda y cualquier persona que me conoce, te puede decir que yo no me creo las cosas. Sí me considero una activista, pero más que nada soy una activista de los derechos. 

¿Cómo crees que se podría generar una mayor sensibilización a la población en cuanto a la accesibilidad y a la discapacidad sensorial?

Con la educación. En las escuelas podríamos estar dando lengua de signos, imaginate que guay que tal como aprendes inglés, como nos están obligando a todos, tengamos que aprender lengua de signos, euskera o catalán, eso sería increíble. Creo que ahí está la base y que haya más espectáculos infantiles accesibles para que los niños puedan ir, la referencia de cuando tú eres pequeña es brutal. Que la lengua de signos esté en las aulas, en los escenarios, en la tele, en un anuncio de lavadoras podría ser un gran avance. 

¿Cuáles crees que son los cambios más urgentes que requiere el país en cuanto a inclusión y accesibilidad? ¿Cómo  ves a España entre sus vecinos europeos?

Mirando los festivales de afuera, te das cuenta de que aquí el dinero público que se invierte se queda en hacer solamente festivales. Eso en este país falta, ahora se están haciendo más producciones, está el Festival Inclús en el que estuve participando en Barcelona, el Festival Visibles que es pequeñito pero potente y el Festival Simbiotic o el Festival Una mirada Diferente. Sé que de estos festivales ya salen producciones, pero me gustaría que en otras producciones no se queden en ´tengo este dinero, invierto y hasta luego´. Se ha de invertir, si se invierte ahora será legado para mañana, se ha de invertir a largo plazo para que no sea una oportunidad efímera. Creo que es importante que se invierta tanto en producciones públicas como en talleres. Y luego, que se creen escuelas desde lo público, pero que sean accesibles. Yo reivindico mucho que hayan producciones hechas, y que si llegan personas sordas a poder ser directores ¿por qué no pueden impartir ellos los talleres? Soy mucho  de que la figura del intérprete se fortalezca, porque muchas veces no aparece ni el nombre. También creo que podríamos generar escuelas, como AMÁS Escena, que se ha encargado de formar a personas con discapacidad intelectual para luego enviarlas al mundo laboral. 

¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

En un proyecto de teatro cabaret que se llama Titánicas de La López Inclusión,  en Cinco historias diferentes de la compañía barcelonesa Esenciales Producciones –que narra la historia de cinco marionetas, donde cada una tiene una discapacidad diferente–  y en otro proyecto audiovisual que se está iniciando, ¡Qué ganas!.

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