El lanzamiento de los subtítulos para sordos a lo largo de una obra de teatro no es más que la cara visible de un arduo y laborioso trabajo previo. Si hace unos días os hablábamos de los pasos que seguimos para elaborar una audiodescripción, ahora le toca el turno al subtitulado 🙂

Al igual que sucedía con la audiodescripción, como requisito previo es necesario tener grabada en vídeo la obra que vamos a subtitular. La primera tarea consiste en trabajar el guión de la obra que nos han proporcionado los responsables del teatro o de la productora, para mantener el contenido lo más literal posible respecto al del vídeo.

La mayor parte del público sordo conserva restos auditivos y de este modo, apoyándose en la subtitulación únicamente como complemento al audio, pueden ir siguiendo la obra de una forma más satisfactoria. Ahora bien, no siempre es posible satisfacer el objetivo de la literalidad, como por ejemplo cuando el ritmo de la obra es demasiado rápido. En ese caso debe primar la comprensión e interiorización del contenido, así como la comodidad de lectura por parte del espectador.

El ajuste del contenido a la velocidad discursiva conllevará una reducción lingüística, que obligará al subtitulador a llevar a cabo una serie de estrategias para resolver el problema. Las dos principales son la omisión de información irrelevante para la trama y la reformulación. Tiende a preferirse la primera porque la sustitución de unas palabras o expresiones por otras rompe con el principio de literalidad, y puede provocar problemas respecto al seguimiento de la obra por parte del espectador.

El siguiente paso es introducir las marcas para personas con deficiencia auditiva. En cuanto a las canciones, si las hay, es aconsejable indicar el nombre de las mismas y sus autores. En lo que a los sonidos se refiere, se recomienda limitarse a señalar aquellos que no pueden deducirse del plano visual para no despistar continuamente al espectador, desviándolo innecesariamente de la obra. Igual de importante es recoger la información que se desprende de la entonación, ya sea para mostrar los estados de ánimo de los personajes. Se indica si se emplea, por ejemplo, un tono serio o triste, además de ofrecer información respecto al volumen del tono de voz (si susurra, grita…) y otros fenómenos que no siempre se deducen a través del contexto, como por ejemplo la ironía.

Captura de pantalla software accede

Finalmente, mediante un software propio se pule la presentación de los subtítulos en pantalla. Es muy importante segmentarlos de forma adecuada, tanto entre las dos líneas de un mismo subtítulo como entre subtítulos contiguos, de cara a facilitar la lectura al espectador. Asimismo debe cumplirse el principio de sincronía, que establece que los subtítulos deben ir siempre a la par que el audio de la obra. Un adecuado tratamiento de las pausas será fundamental para que en ningún momento queden anclados los subtítulos en pantalla fuera de tiempo.

En cuanto a la identificación de los personajes, se les asigna un color en función del volumen de texto o de la relevancia que tengan en la obra, factores que en muchos casos van de la mano. El orden del código de colores se desprende de estudios realizados sobre su luminosidad para los subtítulos, y se recogen en la norma UNE de “Subtitulado para personas sordas y personas con discapacidad auditiva”. Así, este orden sería: amarillo, verde, cian y magenta. El blanco, pese a ser el color con mayor luminosidad, tiende a emplearse en último lugar. En este sentido hay que tener en cuenta que si hubiese más de 5 personajes en la obra, también  se debería recurrir al uso de etiquetas con sus nombres como primer elemento de cada subtítulo.

Y tras todo este trabajo de campo, llega el momento de la verdad. Durante el lanzamiento de los subtítulos el principal objetivo es controlar que estos permanezcan en pantalla el tiempo suficiente para que el espectador pueda desplazar la mirada de la obra a los subtítulos y viceversa, sin problema alguno.

Sobra añadir que ponemos toda nuestra atención en cada fase de este largo proceso. Cada mínimo detalle cuenta y el hecho de haberlos cuidado convenientemente, asegurará el éxito rotundo de la subtitulación.

Saludo de actores tras la función subtitulada de Hécuba

Facebooktwittergoogle_plusredditpinterestlinkedinmailby feather